28 de agosto de 2011

10 cosas que las mujeres dejan de hacer en la cama



El amor es uno de los placeres más exquisitos de este vida. Pero muchas veces por el desespero de llegar al "grano", nos olvidamos de todos eso detalles que enriquecen y elevan el nivel de la relación

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1. Vocaliza lo que estás sintiendo. No hay nada que excite más a un hombre que escucharte en éxtasis.


2. Tampoco exageres con los gritos como una película porno. Demuestra tu excitación ¡pero sólo a él!

3. No invites a tus dientes a la fiesta. Olvídate de los dientes durante el sexo oral, con tus labios y lengua es más que suficiente y satisfactorio para él.

4. Cambia de lugar algunas veces. Olvídate del acogedor colchón una vez y sorpréndelo proponiéndole hacerlo en otro lado.

5. De vez en cuando concédele ese sexo salvaje que tanto anhela. El sexo dulce y romántico es algo que disfrutamos sólo nosotras, a ellos les gusta más bien "wild". 

6. No olvides que ellos también tienen pezones. Están llenos de terminaciones erógenas y son zonas súper sensibles, así que no olvides incluirlos en tus caricias y lamidas.

7. Agárrale el trasero mientras lo hacen. También puedes acariciarle y masajearlo si le gusta.

8. No te olvides de los testículos. Date el ánimo y juega un rato con sus pelotas.

9. Permítele que se venga en tu cara. Esto representa uno de los máximos sueños eróticos de un hombre. 


10. Después del sexo, acaríciale la espalda. No hay nada que trastorne más a un hombre que después del clímax te quedes masajeándole y rascándole la espalda y los hombros por algunos momentos. ¡Después de eso podrás pedirle lo que quieras!

hay como gusta el chocolate mmmm rico

AY , ¡¡ Cómo me gusta el chocolate ¡¡Cuando veo una caja de bombones expuesta en una pastelería del escaparate sale una especie de imán que me atrapa y me atrapa y del que no me puedo escapar. Un bombón de chocolate tiene un efecto sensual porque la
lengua empieza a segregar
saliva y ya no puede parar
El Chocolate cuando lo introduzco
en la boca lo dejo un largo rato
y mi imaginación empieza a 
soñar que ríos y ríos de chocolate
se deslizan por las encias y lo
dejo un largo rato que se deleite
en mi boca y yo me deleite 
con él.Pero ese placer no puedes
hacer que dure mucho tiempo
porque el chocolate , como 
los otros alimentos tiende 
a deslizarse hacía el estómago
y luego va bajando y pasada 
unas horas ya ha dejado 
de existir .
 mercedes blanco

es necesario saberlo

Admitamos: ninguna chica heterosexual entiende del todo el encanto de lo que hay entre sus piernas. Y aunque muchos artistas comparen esa zona de la anatomía femenina con flores y estrellas, la mayoría de nosotras no comprendemos su atractivo. Pero hay algo que es cierto más allá de nuestras impresiones: cuando a un hombre le gustás, cada centímetro de tu cuerpo le parece digno de ser tocado y besado.
Donde sea, los besos expresan deseo, pero cuando sus labios y su lengua se posan "ahí", la señal de devoción es absoluta. Ver a un hombre arrodillado, de cuclillas o recostado a tu merced es una situación con la que no todas las mujeres se sienten cómodas. Para que empieces a disfrutar de ese momento, es hora de que dejes atrás ciertas ideas falsas, prejuicios vintage y pudor.
Tu perfume íntimo
La mayoría de las chicas nos aterramos con la sola idea de no oler a rosas. Este miedo es el principal impedimento para dejarlo bajar. La noticia es que si tu higiene es la normal y tu salud está OK, este ítem no merece tanta reflexión. Olés a mujer, y agradecelo, porque ese olor es más poderoso que la fragancia más exótica. Basta con recordar el importante rol que juegan las feromonas, las hormonas que despiden los animales para invitarse mutuamente al apareamiento, para entender por qué ese aroma excita tanto a tu compañero. En el mundo animal, ése es el recurso de seducción por excelencia. Olvidate de ser una señorita y guiate por el instinto.
Tu sabor personal
Tu gusto está directamente relacionado con el punto anterior, lo cual puede ayudarte a entender por qué para él sos deliciosa. Una vez más: el sexo nos retrotrae a un nivel de comunicación instintiva, básica, animal y ¡maravillosa! No juzgues tu sabor con parámetros gourmet. No existe el "rico" o "asqueroso" en los términos con que entendés las demás cosas que te llevás a la boca. Y hablando de eso, ¿acaso vos pensás que íntimamente él sabe mal? Usualmente, cuando el deseo se apropia de nosotras, ni pensamos en eso.
Revelar el misterio
Tal vez esa textura de rugosidad húmeda con la que estás dotada no te parezca nada muy tentador, pero ahí radica, en gran parte, el misterio femenino. Nuestro cuerpo no es tan obvio como el de ellos. En nuestra anatomía, nada se despliega ante los ojos de un hombre sin exigirle cierto esfuerzo e investigación. Para los hombres, esa zona es un enigma. Dejalo que baje e investigue . Es probable que te termine enseñando cosas sobre tu propio cuerpo que ni vos sabías y que revelen juntos el intrincado acertijo del deseo femenino.
El placer es contagioso
Se podría deducir que en esa extraña posición y durante esa "dura" tarea, él se aburre, pero ¿estás tan segura? No hay manera de que para él no sea terriblemente excitante oírte gemir y suspirar. Eso, claro, siempre y cuando te lo permitas. Pensá que el mayor placer de dar sexo oral es ver el placer del otro . No sólo porque está buenísimo que nuestro compañero disfrute, sino porque está buenísimo saber que somos nosotras las que lo provocamos. Eso les sucede a ellos cuando se ponen manos (¡o lengua!) a la obra, porque saben que el placer es contagioso.
Disfrutá el poder
Desde Bill Clinton hasta la película porno más clásica, ellos disfrutan de sentirse "atendidos" por señoritas. Nada parecido les pasa a las chicas. La culpa, el pudor y hasta la pena por el compañero son sentimientos más comunes en nosotras. Olvidate de esto y empezá a entender el sexo como una celebración de lo que sos . Y si el mambo del poder sigue incomodándote, pensalo de otra manera: permitite recibir este mimo.
Extraña sensación
Tu incomodidad a la hora de recibirlo ahí abajo es física, es decir, él te molesta o te raspa con lo que hace: puede que no sea problema tuyo y que él esté haciéndolo mal. ¿Qué es hacerlo mal? Sólo vos podés saberlo. No a todas las chicas les resulta lo mismo. No existe una fórmula sobre lo que funciona, y es por eso que vos tenés que ponerle onda . Si todavía no disfrutás del sexo oral, tal vez no te conozcas tanto como para guiarlo. Exploren juntos, entonces, tal vez él te deje con la boca abierta...