15 de noviembre de 2011

Demasido cierto! y aun asi nos quejamos!!



Este texto me gusto y quiero compartirlo
...El hijo que muchas veces no limpia su cuarto y se la pasa viendo la televisión, significa que... Esta en casa!
...El desorden que tengo que limpiar después de una fiesta, significa que...Estuvimos rodeados de familiares o amigos!
...Las ropas que están apretadas, significa que...Tengo mas que suficiente para comer!
...El trabajo que tengo en limpiar la casa, significa que...Tengo una casa!
....No encuentro estacionamiento, significa que...Tengo un carro!
...Si a veces me molestan los ruidos de la ciudad, significa que...Puedo oir!
....El cansancio al final del dia, significa que... Tengo trabajo y puedo trabajar!
....El despertador que me despierta todas las mañanas, significa que...Estoy vivo!
...Finalmente por los mensajes que recibo, significa que...Tengo amigos pensando en mi!,... No nos quejemos tanto de la vida que es bella y gracias a Dios estamos llenos de Bendiciones. Por ultimo el hecho de poder leer este mensaje...significa que no estoy ciego.....Hay que valorar lo que tenemos y darle gracias a Dios por lo que nos ha dado y por lo Que nos dara aun.

EL CARBON EN LA CAMISA

Paco de 8 años, entró en su casa, después de clase, pisoteando fuerte. Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para una hablar. Paco lo acompañó desconfiado.
Antes que su padre hablara algo, Paco dijo irritado:
- Padre, estoy con muchísima rabia. Joaquín no podría haberme hecho lo que hizo. Su padre, un hombre sencillo pero sabio, escuchaba a su hijo mientras ese seguía con su reclamo. - Joaquín me humilló delante de mis amigos. ¡Me gustaría que le pasase algo malo!
El padre escuchó todo callado mientras caminaba buscando una bolsa de carbón. Llevó la bolsa hasta el fondo y le dijo a Paco:
- Hijo, quiero hacerte una propuesta. Imaginemos que aquella camisa blanca que está en el tendal es tu amigo Joaquín y que cada trozo de carbón es un pensamiento malo que tu le envías. Quiero que tires todo ese carbón en la camisa, hasta el último trozo y dentro un rato vuelvo para ver como quedó.
Al niño le pareció un divertido juego, la camisa estaba colgada lejos y pocos trozos acertaban al blanco. El padre que miraba todo, le preguntó:
- Hijo, ¿como estás ahora?
- Estoy cansado, pero feliz porque acerté muchos trozos de carbón en la camisa.
El padre miró a su hijo, que no entendía la razón de aquél juego, y dijo:
- Ven, quiero que veas una cosa.
El hijo fue hasta el cuarto y se miró en un gran espejo. ¡Que susto! Paco solo conseguía ver sus dientes y ojos. Su padre, entonces, le dijo:

- Viste que la camisa casi no se ensució.... pero fíjate en ti mismo. Las cosas malas que deseamos a los otros son como lo que te pasó a ti. Aunque consigamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos de esos se quedan siempre en nosotros mismos... 
Moraleja: Desea cosas buenas y Dios te dará cosas buenas... Q tengan un feliz dia

la felicidad $OL&NG€

En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una maldad. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los hombres, pero, ¿qué les quitamos?".
Después de mucho pensar uno dijo: "¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar". Propuso el primero: "Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente
repuso otro: "no, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está".
Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contestó: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará".
Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que tienen inteligencia, y un dia alguien construirá una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la descubrirá, y entonces todos tendrán felicidad".
El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizá cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren".
Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo: "¿Dónde?". El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán". Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido

así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva consigo