Un escorpión se encuentra a una ranita atribulada a
la orilla del río:
-¿Qué te pasa ranita?
- Es que tengo que atravesar el
río y me da miedo.
- Súbete yo te llevo.
- La ranita lo mira desconfiada
y le dice:
- No gracias escorpión, te conozco y sé que vas a COMERME.
El escorpión se ofende :
- Yo he cambiado mucho en estos años. Te
prometo, por lo más sagrado, que esta vez no te voy a hacer daño.
- ¿De
verdad que no me vas comer?
- Claro que no, ranita. Cruzan el río y en la
otra orilla, exactamente en la otra orilla, el escorpión da un zarpazo,
para engullir a la ranita.
- Pero si me jurastes que no me ibas a
comer!!
- Sí, si yo no quería, pero es que está es MI NATURALEZA…!”